Para calmar la tos, aplicar con un suave masaje hasta su total absorción  en el pecho, espalda y planta de los pies. Para aliviar la congestión, extender el bálsamo alrededor de la nariz (evitando acercarse demasiado a los ojos), detrás de las orejas, extendiendo también por el cuello y debajo de la mandíbula para favorecer la absorción a los ganglios linfáticos. En pieles excesivamente sensibles utilizar la crema balsámica respira