El serum va siempre después de la limpieza y antes de tu crema facial.
1º Pulverizar con hidrolato
2º Aplicar con la piel húmeda el sérum dando un suave masaje hasta su total absorción.
3º Completa con la crema adecuada a tu tipo de piel.
De esta manera consigues aprovechar la alta concentración de activos con mejor resultado.